Alicia Higueras

LA JUVENTUD Y LA TERCERA EDAD

 

Nosotros, la juventud, debemos aprender,

que la tercera edad merece nuestro respeto y proteger.

No olvidemos que un día todos vamos a envejecer,

y querremos que nos traten con dignidad también.

 

La experiencia que nos pueden aportar,

no tiene precio ni puede comparar.

Son historias de vida que nos pueden enseñar,

y debemos estar dispuestos a escuchar.

 

La soledad que muchas veces enfrentan,

es algo que nosotros podemos cambiar.

Con una visita, una llamada o un abrazar,

podemos hacerles sentir amados de verdad.

 

No dejemos que la sociedad los margine,

que los trate como si fueran invisibles.

Son seres humanos que merecen vivir felices,

y es nuestro deber ayudarles a vivir con dignidad.

 

La tercera edad es un tesoro que debemos cuidar,

 no ignorar, no maltratar, no abandonar.

 Son la historia viva, la sabiduría inigualable,

 merecen respeto, amor y atención constante.



 Escuchemos sus historias, aprendamos de su experiencia,

 valorémoslos por lo que son, por su existencia.

 No los dejemos solos, no los marginemos,

 demostremos que con ellos estamos, que los queremos.