Todos tenemos un mundo; un mundo donde tenemos felicidades y tristezas, donde la vida marca destinos que pocos logran crear. Dentro de este mundo, la gracia de dios y la suerte juegan un papel muy importante.
La historia de mi mundo es distinta ya que en ella logré y descubrí que mi mundo tiene otro mundo en su interior.
Sí! Suena descabellado! Un mundo dentro de otro mundo!!, Como dentro de la tristeza hay felicidad y la felicidad acompaña a la tristeza; el llanto a la alegría y a su vez la alegría a el llanto.
Mi mundo, ese que está escondido, que no podía ver y que se manifestaba de manera constante cuando quería quedarme en una montaña y cuidar de las flores y los animales; cuando sentía que era mejor escuchar, que hablar; que no quería pintar, sino escribir; cuando veía al cielo y sentía que mi vida tomaba un camino que, por alguna razón, no me llenaba de plenitud y satisfacción.
Poco después descubrí mi otro mundo, cuando comencé a darme cuenta, que mi vida se dividía entre lo que soy y lo que quiero ser, cuando aparté mis sueños de la realidad que otros soñaron y materializaron antes que yo, que aunque sin intención, al trazarlo, sumieron mi presente en la oscuridad cuando me di cuenta que vivía el día de alguien más.
Los pocos momentos que toqué mi mundo, el que quería para mí, fueron los días que más recuerdo con pasión y que a menudo los confundimos con sueños y los alejamos diciendo: Algún día lo haré!!!
Yo tengo un mundo un mundo oculto dentro de otro y mi pregunta es: ¿Cuantas personas vivimos en el mundo que no nos corresponde y qué haremos al respecto? …
Piensa y busca en ti. Yo se que hay un mundo dentro de mi mundo y ahora elijo vivir en el que mas me complazca y me llene de gozo, no el mundo que otros modelen a su antojo.