Cuando el alma se me desagarra,
cuando me estrangula el nudo en la garganta,
cuando respiro profundamente
exhalando el espíritu.
Cuando cierro los ojos imaginando que al abrirlos
todo habrá pasado.
En las vísperas del dolor,
en la vorágine del vivir,
en la parafernalia de la nostalgia,
donde la realidad se fragua.
En la avenida de las memorias,
esas en donde residen
las esperanzas,
de donde brota la fortaleza,
para abrazar con certeza,
el entusiasmo en medio de las tristezas.
Agradecer...
es desenvolver
el enigmático pergamino
para la vida comprender.
cuando renuncio,