emiliodom

Tu enemigo es tu maestro.

 

Solemos odiar en los demás, aquello que odiamos en nosotros mismos.Los otros son un espejo y nos enfadamos con ellos porque reflejan espectos de nosotros mismos que no nos gustan. Cuando uno está libre de algún defecto, es difícil que lo pueda ver en los otros. En cambio es muy común que quien denuncia un vicio, esté profundamente aquejado de ese mal. Por ejemplo, las personas que se quejan de las críticas de otros, son las primeras en criticar. Si en realidad queremos aprender, debemos considerar a nuestros enemigos como los mejores maestros. Las personas que nos hacen daño, son una proyección del daño que nosotros hemos hecho, o que estamos en condiciones de hacer.¿No será que no nos perdonamos a nosotros mismos por ser como somos? \" Errar es humano y perdonar es divino\".