Salva Carrion

Acude al parque el viejo bien risueño

 

Acude al parque el viejo bien risueño,

con su fiel bastón y un ojo travieso,

mientras la vieja, con risa de apaño

disfruta de un caramelo goloso.

 

“¡Ay, mi querida, qué días tan locos!”,

dice el viejo, con un tono burlón,

”¡Yo sin dentadura y me faltan focos,

contigo, la vida es una canción”!

 

La vieja aduce, con gracia y destreza:

”¡Si tú eres el Sol, pues yo soy la Luna,

juntos brillamos, con fuerte entereza!”.

 

Con buen humor el amor se presume:

si dos viejos se burlan de la tristeza,

¿quién nos dijo que el amor se consume?.