José Luis Barrientos León

Una sonrisa

 

Sonríen mis delirios detrás del viento

contemplando mi nombre

consumando mi vida en ese instante

porque ya no vocifera la muerte

alimentando los miedos

enseñando a vivir con cerrojos en los labios

incinerando los ojos que observan la nada

encarcelando al ave que provoca los sueños

 

Sonríen mis pensamientos detrás de la brisa

por las ilusiones que se han vuelto pájaros

elevándose por encima del desastre

que me condenaba a gritar detrás de los miedos

con los párpados ahorcados y los latidos muertos

aunque mis brazos insisten en abrazar los días

para huir de la oscuridad de la noche

al sitio donde nacen las flores

 

Sonrió, con una sonrisa de mar e infinito

arrojando los féretros del pasado a la profundidad abisal

resucitando los recuerdos de la niñez

rescatando las palabras mutiladas que se hacinan en la garganta

reparando el amor fragmentado que desintegró el tiempo

para entregar con cada sonrisa una mariposa y un beso