Sonríen mis delirios detrás del viento
contemplando mi nombre
consumando mi vida en ese instante
porque ya no vocifera la muerte
alimentando los miedos
enseñando a vivir con cerrojos en los labios
incinerando los ojos que observan la nada
encarcelando al ave que provoca los sueños
Sonríen mis pensamientos detrás de la brisa
por las ilusiones que se han vuelto pájaros
elevándose por encima del desastre
que me condenaba a gritar detrás de los miedos
con los párpados ahorcados y los latidos muertos
aunque mis brazos insisten en abrazar los días
para huir de la oscuridad de la noche
al sitio donde nacen las flores
Sonrió, con una sonrisa de mar e infinito
arrojando los féretros del pasado a la profundidad abisal
resucitando los recuerdos de la niñez
rescatando las palabras mutiladas que se hacinan en la garganta
reparando el amor fragmentado que desintegró el tiempo
para entregar con cada sonrisa una mariposa y un beso