Hernán Mejía Silva

LA FUENTE

Se desbordó la fuente,

por sus aguas de cristalina belleza,

por sus piedras de olvidos,

los dolores pesan.

 

Es el conticinio que canta diferente,

mientras al alba embelesa,

se rompe por mis descuidos,

los temores regresan.

 

Agua irradia por todas partes,

hay quien dice que se tornará roja,

con su soneto de ambigüedad presente,

piel translucida, iridiscente después.

 

Cascadas de amores brotantes,

con su paz y su congoja,

el corazón de la fuente,

y el de todo ser amante a la vez.