Disculpa si mis palabras dolieron,
no era mi intención herir, lo juro,
deja que el viento se lleve la rabia,
que tu corazón encuentre refugio puro.
Tranquila, que el tiempo todo lo sana,
y las tormentas se apagan en la calma,
mientras la luna ilumina tu ser,
recuerda que el perdón es divino.
La paz llega suave, como un susurro,
cuando soltamos lo que nos daña,
y el alma respira con nuevos sueños,
libre de sombras, ligera y traviesa.
El olvido es mi último regalo,
sanando las cicatrices del pasado,
dejando un cielo limpio y sereno,
y que el amor renazca en ti.
G3