on el paso de los días, las lunas que se apagan y los soles que se ocultan,
se me extinguieron las palabras y los versos que no hallan su cauce,
incapaces de expresar cuánto te quiero.
Nunca fue la soledad que compartimos,
ni los años de silencio que nos separaron,
ni la distancia, con sus crueles razones.
Y nunca fuiste tú la luz en mi camino,
y nunca fui yo el refugio que anhelabas,
y nunca... pudimos ser más
que sueños evanescentes,
susurros en la brisa del tiempo.
Y el amor, que ardió como un faro,
se ha convertido en sombra,
en el eco de lo que pudo ser y no fue.