El bello corazón del mar,
que extiende sus alas en el horizonte
y vuela hacia un cielo infinito.
Se confunden mar y cielo,
y la vista no deja de mirar
tanto amor en el duelo.
El deseo de volar se impone
y comienza al instante el viaje,
que promete sentir libertad.
Respirando el frescor y la sal,
envuelto de añil con azul,
besado por gotas de mar.