De nuevo el mar
se acerca, con las olas,
hasta tus pies.
Es en la playa,
andando por la orilla,
donde ellas duermen.
Y yo sonrío
pensando ser las olas
que te acarician.
Sueños de niños
sacados de poemas
y de leyendas.
Aquellos ratos
pasados en las páginas
hoy se renuevan.
Y cobran vida,
y vibran con tus pasos
y mis latidos.
Soy esa sal
que llega con las algas
y que te besa.
Incluso el yodo
dejando una caricia
con dulce aroma.
Y siento al mar
luchar con mis sentidos
al verte a ti.
Rafael Sánchez Ortega ©
30/09/24