Por ti aprendí a expulsar a mis lágrimas
a caminar en los laberintos de la soledad,
a abrazar fuerte a mis caídos fracasos
a esconder a mi sombra en la oscuridad.
A anidar en los recuerdos del pasado
para rescatarte de la ausencia donde estás,
a ver mi alma que lentamente se muere
como esa gaviota que muere lejos del mar.
Por ti desciendo otra vez a los abismos
en los lugares donde no puedo respirar,
donde lucho para rescatarte del olvido
porque yo aún no te he dejado de amar.
A caminar sin un guía por mi destino
dándole al cuerpo una nueva enfermedad,
arrancando con ira los versos de un libro
perdiendo el equilibrio entre el bien y el mal.
Por ti me arrastro como una callada hoja
que el viento lleva en el tiempo otoñal
he perdido cada uno de mis propios sueños
para que se haga más confusa mi realidad.
A volver sobre el camino de tus huellas
a darle a mi pasión una piadosa oportunidad,
a quitarle al corazón un poco de tristeza
y darle al tiempo algo de mi mortalidad.
Por ti naufragar por las emociones ya disueltas
por aquello que pasó y no lo pude amarrar,
porque mi pensamiento se quedó sin ideas
y mi vida se quedó sin un poco de felicidad.
A que este papel se llene de penosas letras
para que este no sea un simple día más,
donde es otro aniversario que cruel pasa
y al pasar lleva una parte de mí a la eternidad.