No he dejado de quererte, solo me canse de escucharte,
para tratar de entenderte y tener que adivinarte.
Me cansé de tanta inestabilidad, de descifrar tu personalidad,
de comprender tu verdad cuando por el camino te dejas la bondad.
Tu comportamiento tan confuso,
dando rienda suelta al iluso que hoy se impuso.
No hay coherencia entre lo que dices y haces,
si no fuera por mí nunca haríamos las paces.
A pesar de todo ello solo quiero que me abraces,
pero estoy cansada de todos tus disfraces.
Tu frialdad y tu falta de tacto a la hora de comunicarte
y yo siempre tener y tratar de justificarte.
Callarme las cosas para no arruinar
los pocos momentos que me dieras ni te ofendieras.
No estoy para enseñarle a nadie como quererme,
y menos que hacer para no lastimarme.
No estoy para perder el tiempo en tener paciencia,
a tus juegos tontos de indiferencia.
No quiero esforzarme más,
porque ya no tengo nada más que dar ni demostrar