Luis Ernesto Hernández Aguirre

¿Quién soy?

¿Qué soy, que he sido?

¿qué me define?

¿lo hecho y lo vivido?

¿o acaso mi pensamiento,

tanto el concepto arraigado

como el suave razonamiento?

¿soy aquello que en mí he construido?,

¿seré la suma de mi pasado

o el futuro quién me determine?

 

¿Soy hijo o Padre?

soy quien yo soy

o mis viejos encuadres?,

¿soy sumatoria del tiempo

o expresión de lo divino?,

¿soy acaso un portal discreto

de nuevos pórticos que se abren,

o soy solo un simple experimento

de sutil eternidad en el hoy?.

 

¿Soy mi pasado

o mi futuro?,

¿el acumulado

de mis continuos presentes?,

¿o la cuenta inacabada

de incontables accidentes

que a mi pensamiento han marcado?

¿soy esa incesante llamarada

que va precediendo los augurios?.

 

¿soy solo polvo

o quizá espíritu?,

¿fui hecho de lodo

o de un sublime soplido?,

¿soy el reflejo consciente

de tres raciocinios divinos?,

¿o solo el reflejo insonoro

de aquella interminable corriente

de la vida que fluye cual río?

 

¿Soy quién me pienso

o como me miro?

¿soy yo aquel reflejo

borroso y distorsionado

la imagen vaga y difusa

que interpreta quien me ha mirado?

¿o soy el patente recuerdo,

la pisada vibrante y profunda

de la historia que ahora respiro?.

 

Somos las obras

de nuestras manos,

soy hijo que añora,

hermano y también amigo,

espíritu y llamarada,

criatura de un soplo salido,

a veces soy reflejo y sombra

que se contempla distorsionada

como historia y relato profano.

 

No soy quien soy

ni quien he sido,

ni los tiempos que hoy

he vivido entre mis carnes,

soy portal y soy pasado,

soy el presente consonante

del augurio de mi razón,

soy el polvo divino incrustado

en la estrofa de un verso perdido.