Te recuerdo.
Te recuerdo en el día
que no comienza
en la noche oscura
que no termina.
En esas tardes
que son deseadas
por solo verte pasar
dejando atrás la espera.
Ese empedrado pueblerino
que pisas
ese campanario de Domingo
que llama
ese querer llegar a verte
sin prisa, tan solo,
por verte llegar.
De la fuente a tu patio
de la intención al hecho
de esos ojos tapatíos
que miran
a la humedad de esos labios
que esperan.
Me gustas un tanto….morena.
Amor mío.