Cuando la mañana amanece
Gris y es primavera.
Cuando las lozanas termitas,
Diligentes,barren para su hogar.
Cuando las luces de los coches
Ciegan los ojos de la madrugada.
Cuando el perfume de la “dama de noche”
Te asfixia ,paseando por las calles.
Cuando el sol de abril
Hacen reír a los niños del vecino.
Cuando una melodía hiere,
Deshojando los recuerdos aletargados,
Y al abrir la ventana,
Ves pasar un ave azul por tus horas,
De inexistencia,tan duraderas.
Cuando asoma el ocaso
Y sigue sin sonar
El timbre de la puerta.
Cuando entregada al lecho frió
Desistes de hacer el amor
Porque el amor no se hace.
Cuando donas tu cuerpo Al dolor
Y él mas fuerte gana.
Cuando esa franquicia te absorbe
Y abre sucursal en el espíritu.
Porque vives,porque has muerto,
Porque eres otro zombi más.
Camina de tu mano la lealtad
Desatando sueños, bajo
Las perlas blancas de la noche.
Es cuando verdaderamente,somos
Acompañados por la madre que nos parió.
Ella,constante te oye,pero no te escucha
Y en la mañana gris,cuando es primavera,
Llega vestida de verde
Y es otra espina más que cuesta sacar.
ANTONIA CEADA ACEVEDO