Ya no se siente la tarde sin el calor de tu cuerpo.
Ya nada me sacude sino lo dulce
De tus senos olvidados.
Ya mis labios conocieron tus alocadas caderas.
De mi, estoy olvidado, enterrado
Solo, en el follaje del olvido.
No te olvides de mi ni un segundo mi mozuela
Que no sabría distinguir en tus labios
Si es amor o olvido lo que sientes por mi.