Wilson Delgado

ERES

Sabes cómo llegar…

Como sorprenderme…

Te ausentas tanto tiempo,

Pero siempre regresas…

Conoces el camino,

Sabes que siempre estoy para ti…

Por eso te ríes…

Por eso lo disfrutas…

Porque al final…

Sabes que dejo todo por ti.

 

No tienes hora, mes ni años,

Para llegar,

No conoces lo que es una cita,

Ni mucho menos te gusta sentirte comprometida,

Prefieres que sea así casual,

Sin planes,

No hay necesidad de vino tinto,

Para amarnos,

No hay necesidad de ver el atardecer,

Para quedar extasiado,

Llegas conmigo…

Sin pedir permiso…

Tienes las llaves de mi corazón,

Sabes cómo inquietar mi alma,

Y te encanta tocar el cielo con un beso mío.

 

Eres la magia de mi tinta,

El motivo de mis letras,

Es como si me conocieras perfectamente,

Como la palma de tu mano,

Siempre serás… 

Y seguirás siendo…

El hambre de mi alma,

Ese apetito por probar cada parte de ti,

Esa espalda…

Oh!!!! Nunca es suficiente un poema en ella.

 

Eres el oasis para mis ansias,

La sed de mi cuerpo,

La inquietud de mi corazón,

Aquello que me hace perder la razón,

Y llegas hasta lo más profundo de mí ser,

Y ahí te quedas,

Ahí haces tu hogar,

Por eso nunca te olvido.

 

Eres aquello que me provoca tantas sensaciones,

Y que no puedo tener cuando yo lo deseo,

Estoy a tu disposición,

Tú pones las reglas,

Tú eres la que manda,

Y yo solo obedezco.

 

Te vas cuando quieres,

Y llegas sin avisar,

No te importa dejarme con todas las ganas de ti,

Porque en el fondo sabes…

Que te pertenezco,

Y estás tatuada en mi pecho.

 

Por eso cuando llegas…

Te lleno de besos,

De caricias con tanta pasión,

Y un deseo profundo de hacerte mía,

Me impregno de tus mieles…

De tu aroma,

Y guardo tu sonrisa,

Y también tu mirada,

Porque sé que te iras nuevamente,

Dejándome exhausto sobre la cama,

Y un beso en la mejilla,

Mientras me susurras…

Hasta pronto.