El Ermitaño Soñador

EL ERMITAÑO

El ermitaño por casa tiene una chozuela
Feliz vive con la soledad su mejor amiga
En las noches platica en silencio con la roca
Lleva salpicada en la cara una burda sonrisa
Sus manos toscas anciosas de dar una caricia;
su única compañía es su sombra que no lo abandona,
no es esclavo del reloj para que lo precipite
su vida rutinaria en el día o la noche todo lo repite
el sol es quien le prodiga calor en las mañanas
la luna en la noche lo escucha atenta en su oración
el campo le provee de alimento desde la tierra
lleva en su recuerdo grabado el olvido de un amor,
él nunca ha tenido el afecto de una familia,
fue secuestrado por el olvido que es su peor pecado;
un vetusto sombrero siempre cubre su cabeza
en su aposento mantiene encendido el carbón en su fogón,
lleva siempre sus pies descalzos como los de Adán
su silencio lo comparte sin Eva, sin costilla y sin pecado
en las frías noches escribe sus sueños en las nubes
al despuntar el alba riega con sus lágrimas su jardín
y más tarde a solas del amanecer disfruta alegre,
es dueño de su orgullo del que se regocija el mismo.