Si el camino se torna muy fangoso
y si el cielo se pone más nublado
nunca olvides que el sol maravilloso,
traerá un nuevo día soleado
con su vasta bondad y maravillas
y el camino escabroso iluminado.
Si de pronto tuvieras pesadillas
que amilanen completa tu existencia
y carcoman como hacen las polillas,
sigue firme basado en tu creencia
que la vida por sí misma compruebe
tu caudal de energía y tu sapiencia.
No desistas luchar como se debe,
no te quedes sin ver el horizonte
y buscar agua buena que se bebe
como el río que baja por el monte,
cristalino, en el prado verdecido,
donde bebe el gorrión con el cenzonte.
Si algún día te sientes afligido
con el alma rasgada por las penas
y el dolor precipita tu latido,
ten presente que el mar con las arenas
y las olas con vasto movimiento
con su fuerza también dan cosas buenas.
Si tú llevas un cruel resentimiento
que la vida encarcela con barrotes
y la carga te causa sufrimiento,
ten presente, darán fuertes azotes,
que a la vida despacio la depredan
como lo hacen los muchos zopilotes.
Si de pronto en la vida se te enredan
los bejucos plagados con verrugas
y la angustia y tristeza en ti se hospedan
mira el cambio que sufren las orugas:
¡Se transforman en bellas mariposas,
como auroras que ves cuando madrugas!
En la vida se arrastran muchas cosas
que debemos dejar por el camino;
sobre todo, las cosas tormentosas,
que te impidan labrar bien tu destino.