Eres mi refugio en la tormenta,
mi sol en la más oscura soledad,
la mano que nunca suelta,
y el abrazo que siempre conforta.
Tu amor no pide nada,
es un río que siempre corre,
sin buscar más recompensa
que el silencio que tranquiliza.
Eres la calma en mis tempestades,
el puerto donde anclo mi ser,
aunque el mundo se deshaga,
contigo vuelvo a nacer.
Tus ojos guardan secretos,
de los días que aún no han llegado,
y en tu piel, el eco eterno
de un amor que ha perdurado.
No hay distancia que te aleje,
ni obstáculos que te detengan,
pues tu amor es un camino
donde mi alma transita.
A ti, mi amante incondicional,
te agradezco cada respiro,
porque en tu amor sin condiciones
es donde mi corazón palpita.
G3