Eres sirena, mitad mujer, mitad mar,
tu canto me atrae como una roca al imán.
Tus ojos, dos abismos de color zafiro,
reflejan la luna y la tormenta sin fin.
En tus brazos quiero naufragar,
y perderme en las profundidades de tu alma, sin fin.
No conozco tu rostro, solo el brillo de tu cabello,
que danza al ritmo de las olas del mar.
Eres un soplo en la brisa, una visión en el mar,
pero no te conozco, y en mi alma hay ansiedad.
Eres un fantasma que danza en mi mente,
una sombra que se escapa de mi alcance.
En mi mente, un abismo sin fondo,
reflejo de mi propia melancolía.
Quiero conocerte, desgarrar la melancolía,
saber por dónde vas, si vienes o si vas, poderte dibujar.
Tus pasos, laberintos que me desorientan;
Tu cuerpo, un mar embravecido,
reflejan la tormenta de mi alma.
Déjame descubrirte, en tu corazón anclar.
Eres un sueño que se escapa al despertar,
Una melodía que resuena en mi alma,
Una canción de amor que nunca cesa.
Bella mujer, déjame conocerte,
En tu esencia quiero perderme.
Gonci