Que dulces son tus gotas de lluvia al caer
Que tierna tu melodía
Más te convertiste en tormenta
Y me incitaste a ser parte de ella.
Yo, que vivo rodeada de magia,
Que conozco interminables misterios
Me di de lleno con la tempestad de tu fuego
¡Tan inmenso es nuestro deseo!
¡Oh tú, dulce tormento!
Al cruzarnos
Me has dejado sin palabras, sin aliento.
En mi refugio te has convertido
Y quiero fundirme en ti sin lamentos.
¡Oh Tú!
Que escribes poesía sin tinta
Que con tu voz me hechizas
Que con tus palabras me dominas.
¡Oh, Tú!
Borrasca ardiente
Que vienes a mi
Y no solo físicamente;
Nos fusionamos intensos;
Nos destruimos;
Renacemos.
¡Tú!
Que desbordas el alma
Con tu ardiente deseo
Con tu intenso diluvio
Eres tú, todo aquello que está perfecto.
Hemos concordado en este mundo agitado
Mi única arma es haberte imaginado
En todos mis poemas tenerte reflejado
Déjame trascender tu corazón congelado.
Oh… tú
Que dulces son tus gotas de lluvia
Que tierna tu melodía
Tú, tormenta...
Que quedas en paz
Luego de probar mi ambrosía.