En ti, se detuvo la primavera,
El alba inmovilizo, los relojes
y la lluvia se devistió en niebla.
En ti, el mar dejó sus mareas
y amarro su azul el la arena,
donde tu bañaba tus piernas.
En ti, el cielo hincho sus velas
e hizo bailar mil nubes blancas
y te pintó de rosas y estrellas.
En ti, la luna interrumpió su rueda,
para volcar su leche en las huellas
y mojarte con pétalos de azucena.
En ti, mi lengua escribió un poema,
sin tocar tu pie,, sin batir tus trenzas,
para consagrarte la mujer más bella.