Vivimos asomándonos al mundo imaginario por los poros de la piel inflamable de la conciencia como las burbujas intermitentes de la ebullición del deseo caprichoso que nos convierte en objetos de consumo necesario para sentir, placer y repugnancia, y creer que nuestro ego es un elemento importante del vacio por el que la vida pasa.
\"Mundo químico\"
Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS
2015