La Bruja Irreverente

Lo absurdo y políticamente idóneo.

Lo absurdo y políticamente idóneo.

 

Que no se diga \"crudo\" en poesía,
el mierdero de cada verso flojo,
que no rasgue al lector con su despojo,
ni revele el dolor en la agonía.

 

Se ahogan las verdades, ¡qué bonito!,
que nadie hable, que no sea condena,
la ofensa es ley, la piel fina es cadena,
y el libre pensar queda en lo marchito.

 

¡Cállate! Que tu verbo es agresivo,
si no recitas todo este libreto,
eres vil, el infiel, el destructivo.

 

Así el absurdo reina en cada aprieto,
con la moral de plastilina al vivo,
donde el miedo aplasta como un decreto.

 

 

La Bruja Irreverente.