Dolor que siempre me atacas,
dolor que me persigues.
Darme alcance consigues
pero jamás me matas.
A ti tan solo me atas
y luego sigues ufano.
Jamás me tiendes la mano
solo me tienes a gatas.
Y cuando de pie logro estar
osas siempre regresar,
para poderme emboscar
y hacerme tropezar.
De las lágrimas fiel amigo
del lamento, del clamor.
No tienes ningún temor
el amor es tu enemigo.
Ladrón de felicidad
que huyes de la risa.
Corres entre la brisa
y amas la oscuridad.
A todas puertas tocas
y en todas te dejan entrar.
A veces sueles escapar
acompañado de copas.
Pocos logran soportar
eso que tú provocas.
Deseo de morir evocas
a todos con tu llegar.
Dolor que sufres conmigo
dolor que conmigo mueres.
Lejano estás de placeres
eres más bien un castigo.