Cada beso, una promesa
de eternidad en segundos,
donde lo inmenso se expresa
en silencios profundos
Sus labios, un refugio
en medio de la tormenta,
donde el tiempo se detiene
y el alma se alimenta
Sus manos, como llamas
quemaron mis miedos,
dejando en cenizas
mis dudas y recelos
Sus besos, un susurro
un grito de auxilio,
besos que salvan
que sanan y dan alivio
Ese instante inmortal
donde todo se olvida,
y el tiempo se detiene
en el borde de la vida