La fe es un paso tembloroso
en el desierto de lo incierto,
es el murmullo de un sueño
que guía en la tormenta del desierto.
Es la raíz en la piedra fría,
que desafía el viento sin cesar,
es la promesa susurrada
en cada grieta al caminar.
Es la chispa en el vacío,
que no se apaga en el tormento,
es la mano extendida
que acoge el dolor en su aliento.
Es el grito de un alma libre
que clama por un nuevo día,
es el sueño de un pueblo
que persigue su propia alborada.
Es la luz en la penumbra,
es fuerza en el quebranto,
es la paz que se comparte
y el grito del ser en su canto.
Es el pan en la mesa rota,
la esperanza en cada gesto,
es el amor revelado
en el abrazo de el Maestro.