Las tempestades se han ido y no lo puedo evitar…
Buscarte entre los destrozos que ha dejado la mar.
Remuevo el lodo y la yerba que yace en el pantanal;
Pero nada he podido hallar, solo las ruinas de tu jacal.
Le pregunto al que cruza mi camino, si te ha podido mirar
Solo triste mueve la cabeza, en señal que tú no, no estás.
Dios mío, que ingrato eres, te la llevaste, junto con mi palmar
Yo, que cada mes puntual te llevaba, velas y flores hasta tu altar.
Pero esta mi costa bella el agua jamás ha de poder derrotar
Aunque el viento nos azote y aunque también se salga el mar.
Bonita, yo he de seguirte buscando en las secas y en temporal
No importa que vengan diez mil huracanes, al cabo yo sé nadar.