A nadie le tengo odio,
es tan solo de oído
que al malo digo ¡adiós,
que lo bendiga Dios!.
Que no viva en alodio,
ni con el Monipodio.
A manducar del brodio,
por un sexto del modio.
El buen ángel custodio
de este solo episodio,
a este hombre tan roído
de pensar desoído,
a quien fiel yo parodio,
que lo perdone Dios.
Y a todo rejodío
pecador corroído,
en el celeste podio
que lo empale su Dios,
al gusto de Metodio
con fuego trasoído
Digo amén, oh Dios oh