Llueve,
y una sinfonía de gotas
resuena sus arpegios en el tejado.
Llueve,
y no hay mejor afrodisíaco
para los amantes
que tienen tiempo para amarse.
Llueve,
y me invitas a besarte,
a morderte suavemente bajo el ombligo
hasta que te haga llover.
Recuperado el aliento,
volvemos a la cocina,
reiniciamos la rutina,
le damos cuerda al mundo
mientras
el suave aroma de café
impregna de sensualidad la mañana.
Eres toda, una lluvia de orgasmos
y tú piel de fruta vaporosa
provoca de nuevo mis delicias,
yo te susurro al oído;
volvamos a la cama, que es sábado
y hagamos que vuelva a llover.
Alexander Elías2024
#perversioncitas