Juan Sebastian Mena

A las cumbres de mercela

 

 

Yacen ya despiertas

Cuyo propósito vaga vilmente entre los peñascos

Un rumor de agua saliendo, florido, como una nube.

Trepando 

Subiendo la ancha colina

¡Ay! Se van sus manos por sobre la angosta trecha.

 

El poeta alza su mano

Y le brillan castas sus hebillas

Y ahora el poniente le consuela 

¡Ay! No vengan a las cumbres de mercela.