No necesito más de lo que tengo…,
pues abrigo tantas cosas…!, las más sencillas
de todas, las más valiosas…, tus cerillas,
ellas solucionan mi apagón en un momento,
y en ese preciso instante te contemplo…,
ordeno mi bagaje y mi mochila:
Pañuelo, versos, tabaco, navaja y medicina
prodigiosa para mantener vivo el aliento.
Curioso objeto esa caja acartonada,
diminuta guarnición de soldados de madera,
erguidos siempre, dispuestos al martirio,
convierten la oscuridad en vida iluminada.
Tu mejor regalo de primavera,
alivio de mis ojos, poético colirio.
“Caja de cerillas”
jreysync 2011