En mi cuaderno de dibujo
las líneas se entrelazan,
se cruzan, se abrazan,
dibujando mundos que no existen,
pero que viven en mi mente.
Un trazo aquí, otro allá,
y en cada hoja un universo,
donde los sueños toman forma
y los colores cuentan historias
que solo yo puedo ver.
Las manos son mis herramientas,
el papel mi confidente.
Cada imagen es un susurro,
una emoción capturada,
un instante inmortalizado.