ENRIQUE HORNA

BUEN CORAZON

Entre la realidad y la infinidad

Respira el metaverso de los humanos

Ansiosas partículas latiendo su mundo

Unidas invisiblemente a otro pulsar

Dimensiones del espacio y tiempo

Intimidad en las orillas del pensamiento.

 

El alma trasluce su espontánea mirada

Despertar inocente de un recién nacido

Dulce fragancia del altruismo y la bondad

Luz apaciguando los humanos tormentos    

Pecho y brazos sin temporalidad viviente

Abrazando fervorosamente a la vida.

 

La libertad no es la carne y los huesos

Ni partitura para un espacio especifico

Discurre entre el sentir de la conciencia

Desamarrando angustias existenciales

Rompiendo cadenas de la desolación

En la humildad del perdón

Esta la paz del buen corazón.

 

EH