Silencio de vals
Solo... déjame disfrutar esta pieza contigo, solos al son del silencio, entrelazados... por el mismo afecto de altar, sublime brebaje cual aroma se tiñe en tu pelo... destello dorado, matiz salvaje... y abrazados hasta caer el alba, cual niños... probando la manzana prohibida, vals de lujuria...
Media noche de pasión,
carcomidos en prisión
de luna boreal...
Y... tu cintura que me hipnotiza e incita a mis manos a tocar la seda de tus manos... y bailar sin cesar hasta que la suela de mi zapato se desgaste en gleba lluvial y tus tacones... se sonrojen con mi samba primal...
Anillos de plata,
amantes de oro,
cual diamante surge en la perla de tus ojos... Labios candentes,
palpitos incandescentes,
loco bohemio en tango perenne,
tiempo de amor, silencio de vals...
La noche se funde en un mar de seda,
tu piel, un lienzo donde mis dedos se pierden,
un susurro de pasión que se escapa en la brisa,
una melodía que solo nuestros corazones pueden escuchar...
Cual belleza radica
en la magnitud de tus pasos
que crecen agigantados,
zigzagueando tu cuerpo en éxtasis
de locura... Vino dulce como tus versos y amargo como tu despedida... ¿Volveré a verte, querida?... Espero que sí, para volver algún día... a brillar en silencio de vals...