El poco respiro que me deja tu recuerdo
lo atesoré entre mis manos
y me despierto anhelando tu seguida eternidad
con mi poesía coloquial, culta,
científica si así quieres,
para otras tosca, burda
y sin ritmo condicionado,
pero en si lleva esperanzas
detrás de amarguras pesadas
y penas mortificadas
quizá de un terrible pasado.
El poco respiro que me deja tu recuerdo
fluye en mi alma con la cadencia sutil
que me dan todos estos años
en que sin tu saberlo te he anhelado.
Y es que a veces los sueños no son sueños,
solo me dejan alejarme con sigilo de la noche
para acercarme luego al encuentro de tu luz
y sin llenarme de engaño sonrío al saberte pronto aquí.
Te imagino bailando mi música
un Do Re Mi con metáforas de luz
quizá acaricies en el “Mi”
el suficiente lenguaje
y el mundo veas como yo
en forma diferente
a lo que piense la gente y eches prejuicios a un lado.
Soy la verbena que canta,
el hecho único,
corazón aprisionado
de este embelesamiento
sutil y apasionado,
para otros tan solo un poeta
que de ti está enamorado.
Y en ese poco respiro que me deja tu recuerdo
veas que solo en ti pienso,
porque aún sigo ilusionado.
Justo Aldú
Panameño
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