Tiembla la mano apenas se sostiene,
la mente queda en duda ante las letras,
vuelan cual mariposas en el lago
sobre el blanco papel siguen inquietas.
Despertar de las sombras de la nada
una tímida luz alumbra el día
apenas filtra un rayo de esperanza
cuando la tempestad torna en porfía.
Una lluvia brutal golpea la tierra
destruyendo el rosal y la armonía
llora el cielo, rasga su velo el trueno
el viento arrastra páginas de vida.
Golpe mortal, más apenas sorprende,
pues ver venir el mal, no es garantía
de poder responder a tiempo y fuerte.
Cruzando el lodazal, en débil marcha
tambaleando en la arena movediza
poco a poco sin prisa, paso a paso
por más que hoy llueva; existe un nuevo día.
Alcanzaran los pies terreno firme, volver la vista atrás será la prueba,
que no fue un sueño la odisea vivida,
aprender más que todo a eso venimos
y adelante seguir, porque el camino espera.