... él es sueño.
Confío en él, lo vivo,
yo lo creé y ahora existe.
Y otros saben que existe
y otros saben quién es
y otros saben qué hace;
pero nadie sabe qué sueña.
No se los ha dicho,
pero lo ha intentado.
Y quizá, a los pocos que pudo decirles
por algún motivo ya no hablan,
ni le hablarán.
Él sigue,
sigue hablando
sigue viendo
sigue creando,
pero no sé si tiene esperanza,
porque yo tampoco sé si tengo.
Y al fin de las cosas,
él es puro sueño,
sueño,
sueño que también se llama esperanza,
esperanza, esperanza.
(Yo ya apenas escribo...)