Vete, busca libertad,
esto no es amor, sino sufrimiento.
Entiende que esto no es amor,
busca la salida, no te quedes en este infierno.
Escaba, ve hacia la luz,
esa luz que curará las heridas
de este cruel amor.
La iluminación te llenará de protección
y te hará sentir el verdadero amor.
Camina en un mundo
donde puedas recibir y devolver el amor
con más intensidad,
donde las heridas se conviertan en cicatrices
y el sufrimiento se transforme en fortaleza.
Deja atrás las sombras,
abraza la claridad del día,
donde cada rayo del sol
es una promesa de un nuevo comienzo.
Permite que la esperanza
florezca en tu corazón,
como un jardín renacido
tras la tormenta.