Abrazado Al Río
Mi viejo río Cosquín,
testigo fiel de mis desengaños,
mis desencantos,
sueños rotos,
risas que aún resuenan,
un amor que se fue,
una pérdida que aún duele.
Tu cauce, como un espejo,
refleja el sueño de mis pesares.
Río mío, desde la bajada,
un cauce hermoso.
Río Cosquín, tu camino
serpentea sin fin.
Entre sauces llorones,
que susurran secretos,
juncos verdes se mecen,
el carpintero picotea.
Sobre tu superficie,
las libélulas danzan,
un ballet de alas que enciende
el corazón del río.
Como si fueran almas,
en un vuelo infinito.
Río, quiero ser
tu cauce, abrázame,
río en la piedad
de tus brazos.
Al final, río Cosquín,
tú llegas a mi
corazón, inundas mi alma.
Se engrandece el pecho,
sacias mi sed,
tus profundidades esconden
secretos e historias.
Las aguas murmuran,
un misterio que me envuelve,
una canción de siglos
que resuena en mi ser.
No llores más, mi río,
no llores más,
tus vertientes derraman agua,
abruma y me ahogan.
¡Mi hermoso río!
Encanto que me cautiva,
mi bello Río Cosquín,
un encanto sin fin.
Autor: Antonio Pais