Escribo con los ojos cerrados o abiertos no lo sé, a veces no me doy cuenta, mucha imaginación llevo en la cabeza, a veces escribo en el aire, a veces en una hoja, en una mesa.
Lo importante es despertar algunos sentimientos, decir al que tiene el corazón herido que nada está perdido.
Con el tiempo el error, el dolor, el sufrimiento se vuelve experiencia y luego se transforma en mérito.
Vivir sin tropiezos no es sencillo, una vida perfecta es solo cuento, solo mito, no todo es bonito, mientras no te rindas nada está dicho.
¡Mi tarea!, escribo para los corazones rotos, desamores, y de tiempos perdidos, con mis palabras trato de seducir a la tristeza con un toque de poesía.
Nadie esta solo sea cual sea la carretera por el que transita su vida, todo lo que nos sucede es parte del camino que nos lleva a un destino.
El propósito de cada uno es diferente, distinto, como las botellas de vino, que se sirven en una copa, sea blanco, rosado o tinto, no todo es color rosa, tomarla depende del motivo.
Cogemos la lección que nos toca, nos despertamos con la ilusión de que nos irá bien, pero nos vamos a la cama con frustración y derrota, ¿y eso que?,
¿ qué importa?.
Lo tomamos al fracaso como viene y después la narramos como una anécdota, somos duros, de sentimientos puros, de la cosecha tarde o temprano recolectamos los frutos.
Si hoy no es, al siguiente será tu turno, de las lecciones de la vida todos somos alumnos, dejarte caer seria rendirte a lo absurdo.
Escoges un camino y transítalo a pasos seguros, tu lugar esta más adelante en un futuro hecho exclusivamente para mí y para los tuyos.