Te perdí, mi amor.
¿En verdad te perdí?
Sé, que nunca te perdí.
Porque, jamás te tuve.
Conservaré lo que nunca fue;
Ese primer beso, que jamás pasó,
Ese caluroso abrazó, que nunca avivó,
Ese enredar de manos, que no incitó.
Es Inconcebible perder…
Lo que no tienes.
Aunque no te tenga,
Siempre te tendré conmigo.
No dejaré morir,
aquellos renuevos divinos
que esperan ser regados por el Amor.
Poblaré algún día, toda tu piel,
con el aliento de mis manos
y el tacto de mis labios.