Ella no resta, suma lo vivido;
al mirar hacia el horizonte
la reminiscencia aflora.
A raíz de los desaciertos
le remuerde la conciencia
o se sumerge en la vergüenza.
Si tuviese el poder para
volver el tiempo atrás
empezaría de cero…
Al perdonarse a sí misma,
allende esa actitud
mira la vida con otros ojos
y encuentra su paz interior.