Carlos Eduardo

Añoso

Pensar es difícil por eso la mayoría de la gente prefiere juzgar

Carl Jung

No es que así me sienta,

aunque también,

sino que ya lo estoy,

no como un árbol enhiesto,

ni un vino añejo dulce, delicioso;

 

más bien, como un enfermo

al que se le prolonga la vida

artificialmente;

 

con una suerte de ciclotimia

causada por los embates

de la vida

que a esta edad sí que repercuten;

 

el miedo aumenta,

no a la muerte, no a los otros,

sino por la impotencia de hacer nada

ante la claridad que se abre y expande

del vil enredo que hemos armado

los seres humanos de esta existencia,

a pequeña y gran escala;

 

tanto desarrollo,

en vez de simplificarse,

el imbricamiento aumenta;

 

nadie vive, no puede vivir;

 

alienación del orbe;

 

los que pueden hacer algo,

pierden el tiempo;

 

me pregunto:

caerá un asteroide para comenzar

nuevamente.

 

Este nudo en la garganta

no se desata ya más

es el camino a la locura.