Lastimosamente...
Nunca tuviste mi corazón en el pecho, sino en las manos
Nunca sentiste su cálido palpitar
Solo lo tenías cerca mientras cortejabas corazones lejanos
Por la frialdad que me mostraste, a nadie más se lo he vuelto a dar
Lastimosamente no hay alguien que atrape mis suspiros emergentes en el atardecer
Mi piel no ha encontrado tacto alguno en un buen tiempo
Lastimosamente, a fuerza me enseñaste lo que por mi cuenta debía aprender
Nunca más regalaré a alguien como tú mi preciado aliento
Tantas heridas vivas que no he podido cerrar me han palidecido
Siento la noche aún más oscura y el invierno aún mas frío
Nunca pensé en que te podías ir hasta que me di cuenta que te habías ido
Lastimosamente mi corazón siempre fue tuyo pero el tuyo nunca fue mío