Pablo Sanz Otal

PrĂ­mula de Bergua

Blanca prímula nevada

ambar del sol resplandor

de las flores la agraciada

de la sierra eres albor.

 

Lozana por la mañana

al monte te dejas ver

te izas al cielo liviana

duermes al atardecer 

 

De profusas lluvias bebes

la sed te puede secar

mi agua quiero que tú pruebes 

te hurto y te bajo a mi hogar

 

No te cubrirá la nieve 

el rubio sol te hará arder 

tú vida aquí será breve 

que egoísta pude ser.

 

Aún así te muestras bella 

mitigando mi dolor

y al igual que una doncella

exhibiendo tu esplendor.

 

Te protejo cada día 

alejándote del sol

centrándome en mi porfía

para alcanzar tu perdón.