Joaquín Garcés

Escoptofilia

 

La cámara me ve, me escupe.
Es un peso nauseabundo,
lo siento en mis entrañas
horadando más allá de mi epidermis
con cada mirada observándome.
Presionando el amasijo de nervios tensos,
metiéndose entre mis músculos estriados
como barrotes de una cárcel.
He parido un instrumento muerto,
Cayendo de rodillas, jadeando,
en mi propio sudor antinatural.
Un monumento a la inutilidad,
surgiendo de él un gemido agónico
similar a una nota muerta
que se arrastra por el aire.
Y ustedes se lo tragan
detrás de sus pantallas porosas,
viéndome con sus bocas abiertas
en un silencio estúpido.