Naces como un río de plata,
tu esencia pura y cristalina,
reflejas el cielo en tu mirada,
eres fuente que nunca termina.
Tus cabellos son ondas suaves,
tu risa, cascada de alegría,
en tus brazos el mundo cabe,
eres océano de armonía.
Calmada como un lago sereno,
tempestuosa cual mar embravecido,
tu amor es un oasis pleno,
en el desierto de lo vivido.
Eres rocío en la madrugada,
lluvia que limpia y que renueva,
nube que pasa, enamorada,
dejando su huella en la tierra.
Mujer eres agua, libre y eterna,
brotas sin pausa, sin cadenas,
eres vida que se renueva,
en el ciclo de las mareas!
Este poema intenta capturar la fusión entre lo femenino y lo acuático, utilizando imágenes naturales y metáforas. Desde dar a luz la vida, la mujer esta conectada con el agua al igual que el ser humano por la constitución de nuestros cuerpos. El elemento agua ha sido tema recurrente en la literatura y el gran Juan Ramon Jimenez lo ha trabajado a fondo desde que fuera criticado por no incluir al vulgo en sus letras. Al nacer en una isla, el agua es un tema obligado en mi vida y guardo retazos de poemas sobre mares, lagos, lagunas y arroyos y creo que a todos el agua nos atrae.